El mismo sistema que está destinado a proteger el cuerpo contra la invasión puede ser un traidor. Un estudio, dirigido por investigadores del Instituto de Investigación del Centro de Salud de la Universidad McGill (RI-MUHC), en Canadá, revela que los glóbulos blancos que combaten la infección desempeñan un papel en la activación de las células del cáncer y facilitan su difusión a tumores secundarios, según publica este lunes 'Journal of Clinical Investigation'.
"Somos los primeros en identificar esta nueva forma de propagación del cáncer", dice el autor principal, el doctor Lorenzo Ferri, director de la División de Cirugía Torácica y el Programa de Cáncer Gastrointestinal Superior (GI) del MUHC. "Lo que es igualmente interesante es que ya existen medicamentos que se están utilizando para otras enfermedades no cancerosas, lo que puede impedir este mecanismo de propagación o metástasis del cáncer", agrega Ferri, quien apunta que los próximos pasos son validar si estos medicamentos funcionan para la prevención y el tratamiento de la metástasis del cáncer, así como fijar el momento y la dosis óptima.
"Nuestra primera pista de esta asociación proviene de nuestra investigación anterior, que mostró que la infección grave en los pacientes con cáncer después de cirugía produce una mayor probabilidad de que los pacientes vuelvan a tener cáncer en forma de metástasis --explica Ferri, que también es miembro asociado del Centro de Investigación del Cáncer Rosalind Morris Goodman y profesor asociado en el Departamento de Oncología de la Universidad de McGill--. Esto nos llevó a investigar a los jugadores en la infección, especialmente los neutrófilos, la primera y más numerosa de las células blancas de la sangre que son utilizadas por el sistema inmune para combatir las infecciones".
El doctor Ferri y sus colegas de la Universidad McGill y la Universidad de Calgary utilizaron tanto células en cultivo y modelos de ratón de cáncer de demostraron que existe una relación entre la infección, la respuesta de las células blancas de la sangre (inflamación) y la metástasis. Una red de neutrófilos trampas extracelulares (TNE) es producida por los glóbulos blancos (neutrófilos) en respuesta a una infección, que normalmente pone trampas y mata a los patógenos invasores, tales como las bacterias.
"Hemos demostrado que en el caso de los animales infectados con el cáncer, la red de neutrófilos (TNE), también atrapa las células cancerosas circulantes", añade el doctor Jonathan Cools-Lartigue, primer autor del estudio y estudiante de doctorado en la Universidad de McGill. "Pero en lugar de matar las células cancerosas, estas redes activan las células cancerosas y las hacen más propensas a desarrollar tumores secundarios o metástasis", revela este experto.
Los investigadores dieron un paso más y demostraron que romper la red de neutrófilos se puede lograr mediante el uso de ciertos medicamentos. Así, en ratones con cáncer, el crecimiento del tumor y la metástasis se produjo de forma notablemente menor después de que se administra el medicamento, un hallazgo que se descubrió en un número de diferentes tipos de cáncer, lo que sugiere que las redes de neutrófilos pueden ser una vía común que participa en la propagación de muchos tipos de cáncer.
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