Reconstrucción mamaria.

España, octubre de 2010.- Pasado19 de Octubre se celebró, un año más, el Día Mundial del Cáncer de Mama. Por este motivo, recordamos algunos de los consejos a tener en cuenta para conseguir una detección precoz de la enfermedad y así facilitar su tratamiento. Además, el doctor Antonio Tapia, cirujano plástico, reparador y estético del Hospital Quirón de Barcelona, quiere mencionar las múltiples opciones de reconstrucción mamaria que existen en el caso de haber sufrido la enfermedad, ya que se trata de una de las técnicas quirúrgicas más seguras dentro de la cirugía plástica. El desarrollo de nuevas técnicas permite al cirujano plástico crear una mama muy similar en forma, textura y características a la no operada. Incluso, en la mayoría de los casos es posible hacer la intervención a la vez que se extirpa, evitando a la paciente la experiencia de verse mastectomizada.  

El uso interdisciplinario de especialistas médicos (ginecólogo, cirujano senólogo, oncólogo, psicólogo y cirujano plástico), ayudan a superar esta enfermedad tratándola de una manera seria y responsable en cada momento. Ya sea en el diagnóstico (examen médico, mamografía, ecografía), en la cirugía (cuadrantectomía, mastectomía parcial o total), en las terapias oncológicas (quimioterapia- radioterapia) y en la reconstrucción mamaria, restableciendo el bienestar mental y físico de la paciente y mejorando su autoestima después de encontrar finalmente reconstruida su mama.
Cada paciente debe ser considerada de manera particular para poder proponer, según el tipo de cáncer que padezca y el grado de afectación, el tratamiento más adecuado en cada momento y con cada especialista. De esta manera, logrará la curación o la estabilización de la enfermedad siempre con la idea de erradicarla.

Consejos de prevención
- Es fundamental conocer el historial médico familiar y saber si hay antecedentes de cáncer en la familia (madre, abuelas, hermanas y tías), y si es así comunicárselo a su médico.
- No fumar y beber alcohol con moderación.
- Visitar a su ginecólogo una vez al año.
. Hacerse una mamografía cada año a partir de los 40 años.
- Realizar ejercicio físico y una alimentación adecuada es fundamental para su prevención. Es recomendable ingerir 5 piezas de fruta y verdura al día para garantizar el aporte adecuado de fibra y vitaminas por la dieta. Según la AECC, la ingesta fibra parece ser un factor importante en el cáncer de mama.
- La autoexploración mamaria, por la propia paciente, una vez al mes.

4 Técnicas de reconstrucción

En la última etapa, el especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética reconstruye la mama operada utilizando la técnica necesaria menos invasiva con el mejor resultado posible. En concreto, las técnicas quirúrgicas de reconstrucción mamaria son las siguientes:
Injerto de grasa: Mediante una pequeña liposucción en la paciente, se obtiene la grasa que se transfiere a la mama para corregir un defecto provocado por la cirugía inicial o para mejorar el contorno tras una cirugía reconstructiva. Se realiza, según el volumen de grasa requerido, con anestesia local y sedación o anestesia general e ingreso hospitalario corto. También es necesario tratamiento antibiótico y analgésico.

Expansores y prótesis definitiva: Después de la mastectomía de forma inmediata o diferida, si no ha realizado radioterapia y tiene suficientes tejidos blandos (piel y grasa), a la paciente se le coloca un expansor mamario debajo del músculo pectoral en la zona mamaria, que ya tiene forma “de la mama” (anatómico), para progresivamente ser llenado en un tiempo adecuado y conseguir así un volumen similar a la otra mama.
Posteriormente, en un segundo tiempo quirúrgico, ese expansor se reemplaza por la prótesis mamaria (anatómica- gel cohesivo) necesaria para conseguir el volumen y la forma de la mama operada. Si se considera necesario, se puede operar la otra mama para conseguir mayor simetría y mejor resultado estético.
Ambas operaciones se realizan con anestesia general y con tiempo de ingreso de mínimo 24 horas. En las primeras horas, además, se dejan unos drenajes que serán retirados antes del alta de la paciente, y tratamiento analgésico, antinflamatorio y antibiótico.

Colgajos Musculares: Esta técnica describe el traslado de un músculo junto a la piel y la grasa necesaria para dar forma y volumen de tejido blando a la mama mastectomizada.
Se basa en el concepto de que la piel y grasa trasladada con un músculo por los vasos sanguíneos del mismo tendrá la circulación necesaria para su sobrevida tras el traslado. Los músculos que se eligen generalmente son dos, una localizado en el abdomen (M. Recto Abdominal) y otro en la espalda (M. Gran Dorsal). Sobre la piel del abdomen se realiza un diseño del tejido blando (grasa y piel) necesario para conseguir el volumen faltante y es “levantado” quirúrgicamente para ser trasladado en rotación hacia el lugar de la mama. En el abdomen queda una cicatriz similar a la de la abdominoplastia. Una vez colocado en su lugar se remodela y se sutura a los tejidos vecinos.
En el caso de la espalda, el dibujo del tejido blando que se traslada con el músculo dejará una cicatriz que se cubre con el sujetador. En esta técnica, adicionalmente se coloca una prótesis mamaria debajo de este colgajo que se sutura previamente con el músculo pectoral y los tejidos blandos de la zona mamaria operada.
Estas técnicas de colgajos musculares se utilizan en pacientes con poco tejido blando residual después de su intervención primaria o con radioterapia.
Ambas requieren de ingreso hospitalario de mínimo tres días y drenajes en las zonas operadas, que serán retirados antes del alta del paciente, además de tratamiento adicional analgésico, antinflamatorio y antibiótico.

Colgajo Microquirúrgico: Esta técnica implica el utilizar una parte de tejido blando y grasa del cuerpo, especialmente del abdomen y la espalda para trasladarla a la zona mamaria sin un músculo de soporte, sino con unos vasos sanguíneos (arteria y vena), respetando el músculo de la zona de donde se extrae, para luego ser unidos a vasos sanguíneos receptores en el tórax, la axila o el cuello a fin de que sobreviva al restablecer la circulación sanguínea del mismo. Se utiliza especialmente en pacientes que han recibido radioterapia y que tienen poco tejido blando tras su primera intervención así mismo que no fumen. Se le conoce comúnmente por la sigla de denominación DIEP.
Requiere de ingreso hospitalario de mínimo cuatro días, con drenajes hasta la fecha del alta y tratamiento adicional analgésico, antinflamatorio y antibiótico.

Fuente: http://www.noticiasmedicas.es/

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